Insensibilidad congénita al dolor
La insensibilidad congénita al dolor es una enfermedad patológica infantil y de adolescencia
poco frecuente. Existen tipos de neuropatía sensorial y autonómica discretas hasta la fecha
cada una de ellas con hallazgos diversos.
Esta enfermedad hace parte de un grupo heterogéneo de patologías que fueron expuestas en
la segunda mitad del siglo XX por Dick (1), quien realizó una clasificación de cinco neuropatías
(HSAN I-II-III-IV-V), en las que se presentan alteraciones de las vías sensitivas, impidiendo que se
experimente dolor. Sin embargo, los estudios genéticos han identificado nuevos tipos y subtipos
de insensibilidad al dolor.
En la insensibilidad congénita al dolor tiene lugar una disminución de la discriminación dolorosa, así como de la respuesta afectivo-emocional. Por tanto, las personas que la padecen pueden sentir un estímulo, pero no ser del todo capaces de localizarlo ni de reaccionar de la forma en que reaccionarían frente a algo desagradable.
Así, por ejemplo, pensemos en una persona que es capaz de diferenciar entre caliente y frío, pero ser incapaz de notar si el agua caliente quema la piel.
Esta enfermedad no es tan mencionada, sin embargo es algo que tener en cuenta y no dejar paras desapercibida puesto que es una enfermedad que termina afectando de un mínimo a un mayor impacto en su cuerpo a las personas quienes la padecen.
Las señales y/o síntomas pueden incluir heridas moretones huesos rotos y otros problemas de salud que pudiesen pasar desapercibidos por la calta de conciencia del dolor
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